El arquero, con el alta luego de una leucemia, volvió con todo al arco y después jugó de centrodelantero.
"¡Buena Chelooo!". El grito se multiplicó con entusiasmo durante toda la práctica. Y no fue para menos: tras recibir el alta médica en su tratamiento contra la leucemia, Juan Marcelo Ojeda volvió a calzarse los guantes, participó en el ensayo futbolístico a la par de sus compañeros y cerró el entrenamiento como delantero. El Chelo celebró la buena noticia en toda la cancha...
Para Ojeda, el entrenamiento tuvo casi el atractivo de un nuevo estreno en el arco. Es que tras soportar la caída de su transferencia al Atlas de México luego de que le diagnosticaran una leucemia en su fase crónica, tuvo que zambullirse en un tratamiento médico profundo y, dado su estado de salud, aceptar la decisión de Gorosito de no llevarlo a la gira por Canadá. Pero tras la pesadilla, el arquero volvió a los ejercicios de alta competencia renovado y con una sonrisa. ¿Qué cambió? En la edición del sábado, Olé anticipó que los estudios clínicos que se había realizado reflejaron valores normales en sus glóbulos blancos. Y que en adelante, tras una puesta a punto física luego de un mes de reposo (que incluyó su ausencia en la pretemporada), estaría a disposición del entrenador para pelearle el puesto a Daniel Vega. Ayer, en Ezeiza, el Chelo ratificó lo que ya habían anticipado los análisis de sangre: que goza de buena salud y que está en condiciones de trabajar con normalidad. ¿Cómo respondió a las tareas? Se bancó el peloteo de sus compañeros, se exigió sin temores en el picado y se enojó las veces que le convirtieron goles. Con una perlita: con el Burrito Ortega fuera de la cancha, Ojeda se puso una pechera blanca y se ubicó de centrodelantero, con Fabbiani de segunda punta. Botines rojos, vincha y pantalones pescadores, sólo le faltó convertir... Ahora la idea del cuerpo técnico es apuntalarlo progresivamente desde lo físico. Desde lo anímico, Ojeda está más que preparado...
Con vincha, pantalones pescadores y guantes, Ojeda empezó la práctica en el arco. Después, se puso la pechera y se paró de delantero junto a Fabbiani. A full.
VAMOS OJEDA! Más allá de que seas un buen o mal arquero, es una alegría inmensa que puedas regresar al fútbol!
"¡Buena Chelooo!". El grito se multiplicó con entusiasmo durante toda la práctica. Y no fue para menos: tras recibir el alta médica en su tratamiento contra la leucemia, Juan Marcelo Ojeda volvió a calzarse los guantes, participó en el ensayo futbolístico a la par de sus compañeros y cerró el entrenamiento como delantero. El Chelo celebró la buena noticia en toda la cancha...
Para Ojeda, el entrenamiento tuvo casi el atractivo de un nuevo estreno en el arco. Es que tras soportar la caída de su transferencia al Atlas de México luego de que le diagnosticaran una leucemia en su fase crónica, tuvo que zambullirse en un tratamiento médico profundo y, dado su estado de salud, aceptar la decisión de Gorosito de no llevarlo a la gira por Canadá. Pero tras la pesadilla, el arquero volvió a los ejercicios de alta competencia renovado y con una sonrisa. ¿Qué cambió? En la edición del sábado, Olé anticipó que los estudios clínicos que se había realizado reflejaron valores normales en sus glóbulos blancos. Y que en adelante, tras una puesta a punto física luego de un mes de reposo (que incluyó su ausencia en la pretemporada), estaría a disposición del entrenador para pelearle el puesto a Daniel Vega. Ayer, en Ezeiza, el Chelo ratificó lo que ya habían anticipado los análisis de sangre: que goza de buena salud y que está en condiciones de trabajar con normalidad. ¿Cómo respondió a las tareas? Se bancó el peloteo de sus compañeros, se exigió sin temores en el picado y se enojó las veces que le convirtieron goles. Con una perlita: con el Burrito Ortega fuera de la cancha, Ojeda se puso una pechera blanca y se ubicó de centrodelantero, con Fabbiani de segunda punta. Botines rojos, vincha y pantalones pescadores, sólo le faltó convertir... Ahora la idea del cuerpo técnico es apuntalarlo progresivamente desde lo físico. Desde lo anímico, Ojeda está más que preparado...
Con vincha, pantalones pescadores y guantes, Ojeda empezó la práctica en el arco. Después, se puso la pechera y se paró de delantero junto a Fabbiani. A full.
VAMOS OJEDA! Más allá de que seas un buen o mal arquero, es una alegría inmensa que puedas regresar al fútbol!