"Voy a mojar la camiseta"
Admirador de Mascherano, el volante central que llega a River promete sacrificio, entrega y también goles: "Ojalá le haga otro a Boca"
River era el único equipo de 1ª que no había incoporado refuerzos. Era, justamente, porque aunque Gorosito pidió gaseosa top le trajeron Paniagua. Sí, Miguel Angel, el volante central de Guaraní de Paraguay, llegó anoche a Buenos Aires y por la mañana ya estará en el predio de Ezeiza vestido con la misma ropa que Gallardo, Ortega y compañía. "Con las ganas que tengo, si era por mí, bajaba del avión y me entrenaba", le dice a Olé el 5 que firmará a préstamo por una temporada, con una opción de compra de 2.500.000 de dólares. Los videos de YouTube lo muestran como un goleador gracias a la exquisita definición que tuvo ante Boca en la última Libertadores y la espectacular chilena que le metió a Libertad (merece la pena verla). Y la cinta de capitán que se calzó a los 22 años marca su personalidad. Pero su principal característica pasa por otro lado, por el de la fricción que Pipo ve que le falta a su equipo. "Siempre me gustó el sacrificio", se presenta, valija en mano y sin la compañía de Elena, su esposa que se quedó en Asunción hasta que él se acomode en Baires.
-Te quiso Boca, pero terminaste en River. ¿Te esperabas algo así?
-Siempre trabajé para que un club así tenga confianza en mí. El fútbol es así, te da estas sorpresas. Ahora tengo que aprovechar al máximo y mojar la camiseta, como se dice.
-¿Sos un cinco de los que mete y raspa?
-Soy un volante central con llegada. Por mis características físicas me da el cuerpo para llegar en un contragolpe. He jugado también por derecha o izquierda, pero me gusta estar en el medio y tener el equipo de frente. Me considero un tipo con técnica, aunque lo principal que tengo es la marca.
-¿Quién es tu espejo?
-Siempre me gustó Mascherano, el compatriota de ustedes. Miro sus partidos porque sirve para aprender. El Toro Acuña fue otro que me encantaba.
-Con Buonanotte, Ortega, Gallardo y Fabbiani adelante vas a tener que correr como Masche...
-No hay problemas, yo estoy para sacrificarme y ayudar al equipo. Y a esos compañeros, que son fieras, hay que darles la pelota en el pie y ellos te definen el partido.
-¿Estás para jugar el miércoles contra Lanús si Gorosito te necesita?
-Estoy en ritmo. Jugué las primeras tres fechas del torneo paraguayo y hoy (por ayer) no estuve porque ya viajaba. Pero sí, yo me siento preparado para pelear el puesto.
-¿De 9 también? Con los goles que hiciste, por ahí terminás de punta...
-Je, yo siempre voy a tratar de hacer goles. Y más si es en un clásico, como el de la décima fecha.
-Por lo que decís, ya viste el fixture. ¿Querés meterle otro a Boca?
-Sí, sí. Estuve averiguando en la semana. Ojalá le haga otro gol a Boca.
-¿Entonces, qué prometés: más marca que goles o más goles que marca?
-Tengo que esforzarme en lo mío primero y también prometer goles, aunque no es la característica principal de un volante central. Hay partidos en los que se puede jugar y otros en los que hay que meter y jugar con corazon en la mano.
Admirador de Mascherano, el volante central que llega a River promete sacrificio, entrega y también goles: "Ojalá le haga otro a Boca"
River era el único equipo de 1ª que no había incoporado refuerzos. Era, justamente, porque aunque Gorosito pidió gaseosa top le trajeron Paniagua. Sí, Miguel Angel, el volante central de Guaraní de Paraguay, llegó anoche a Buenos Aires y por la mañana ya estará en el predio de Ezeiza vestido con la misma ropa que Gallardo, Ortega y compañía. "Con las ganas que tengo, si era por mí, bajaba del avión y me entrenaba", le dice a Olé el 5 que firmará a préstamo por una temporada, con una opción de compra de 2.500.000 de dólares. Los videos de YouTube lo muestran como un goleador gracias a la exquisita definición que tuvo ante Boca en la última Libertadores y la espectacular chilena que le metió a Libertad (merece la pena verla). Y la cinta de capitán que se calzó a los 22 años marca su personalidad. Pero su principal característica pasa por otro lado, por el de la fricción que Pipo ve que le falta a su equipo. "Siempre me gustó el sacrificio", se presenta, valija en mano y sin la compañía de Elena, su esposa que se quedó en Asunción hasta que él se acomode en Baires.
-Te quiso Boca, pero terminaste en River. ¿Te esperabas algo así?
-Siempre trabajé para que un club así tenga confianza en mí. El fútbol es así, te da estas sorpresas. Ahora tengo que aprovechar al máximo y mojar la camiseta, como se dice.
-¿Sos un cinco de los que mete y raspa?
-Soy un volante central con llegada. Por mis características físicas me da el cuerpo para llegar en un contragolpe. He jugado también por derecha o izquierda, pero me gusta estar en el medio y tener el equipo de frente. Me considero un tipo con técnica, aunque lo principal que tengo es la marca.
-¿Quién es tu espejo?
-Siempre me gustó Mascherano, el compatriota de ustedes. Miro sus partidos porque sirve para aprender. El Toro Acuña fue otro que me encantaba.
-Con Buonanotte, Ortega, Gallardo y Fabbiani adelante vas a tener que correr como Masche...
-No hay problemas, yo estoy para sacrificarme y ayudar al equipo. Y a esos compañeros, que son fieras, hay que darles la pelota en el pie y ellos te definen el partido.
-¿Estás para jugar el miércoles contra Lanús si Gorosito te necesita?
-Estoy en ritmo. Jugué las primeras tres fechas del torneo paraguayo y hoy (por ayer) no estuve porque ya viajaba. Pero sí, yo me siento preparado para pelear el puesto.
-¿De 9 también? Con los goles que hiciste, por ahí terminás de punta...
-Je, yo siempre voy a tratar de hacer goles. Y más si es en un clásico, como el de la décima fecha.
-Por lo que decís, ya viste el fixture. ¿Querés meterle otro a Boca?
-Sí, sí. Estuve averiguando en la semana. Ojalá le haga otro gol a Boca.
-¿Entonces, qué prometés: más marca que goles o más goles que marca?
-Tengo que esforzarme en lo mío primero y también prometer goles, aunque no es la característica principal de un volante central. Hay partidos en los que se puede jugar y otros en los que hay que meter y jugar con corazon en la mano.